El manejo del color es uno de los temas mas importantes en el diseño de interiores. Al adoptar un esquema de colores, debemos tener en cuenta que cada color tiene su individualidad y crea un clima particular, actuando sobre los estados de ánimo. Se descubrió que el color emite vibraciones que pueden afectar a todas las células del cuerpo, ejerciendo un impacto en nuestro estilo de vida.
Si pintamos una habitación con un determinado tono conseguiremos que parezca más grande o más pequeña, más viva o relajada.
La cromo terapia va aún más lejos, al defender que si utilizamos luz de colores, nos bañamos en agua coloreada y comemos alimentos de determinados colores, podemos aliviar dolencias físicas o emocionales. Por lo tanto se convierte en algo más que una mera cuestión estética.
La elección o el gusto por un determinado esquema cromático es relativo a cada persona. Las asociaciones ligadas al color con determinadas cualidades están en función del entorno cultural y la personalidad de quien lo percibe.
Con la tecnología disponemos de una infinita variedad de colores para pinturas, pero a mayor cantidad de opciones, más difícil se hace tomar decisiones.
Según distintos ámbitos de estudio como la psicología, la óptica, incluso la medicina alternativa, pasando por diferentes filosofías, cada color tiene un significado. Hay constantes que aparecen en todas estas disciplinas, y que se definen universalmente como los significados del color.
Colores Cálidos: efecto de luz de sol, estimulante, de alegría y vitalidad. Son positivos, parecen avanzar, por lo cual achican visualmente el espacio.
Colores Fríos : efecto sereno, reposado y silencioso. Son negativos, parecen retroceder, por lo cual agrandan o alargan visualmente el espacio.
La textura en la que se imprime un tono también es importante para el efecto cromático. Un color sobre una textura rugosa genera muchos contrastes de luz y sombra que alteran su percepción. Por tal motivo es importante tener en cuenta en dónde pensamos cada color, para qué superficie.